jueves, 4 de agosto de 2011

Poema para el poeta

Tan lleno de nada, tan lleno de calma,
se mojan sus ojos, sus labios se empapan.
Se irrita la piel, sus alas le sangran,
confunde la miel, con besos de nada.
.
Cambia de color, su triste mirada,
de negro papel, a verde esperanza.
Lo blanco se funde lo encierran las malas,
y cientos de culpas con ríos arrasan.

Su pelo de ángel, le cubre la piel,
se mezcla con sangre se seca después.
Triste en su amargura, se niega a ceder,
y nacen las dudas, la muerte también.

Allí se acomoda su centro, su ser,
corre hacia delante, la quiere tener.
El viento se roba  a la fina mujer,
el río se calma, la muerte también.

Y pasan las horas lo veo mover,
apenas la boca con tinta y papel.
Todos satisfechos consiguen tener,
la luz de su alama que llora por él.

No puede expresarse, busca retener,
un débil recuerdo, pero no lo ve.
Y gasta mil hojas, de pura pasión
Un sabio guionista, perdió la razón.

Su mente confusa se cansa de estar,
en miles de lunas y en nunca jamás.
Así que decide, lo hace por él,
Congela su voz, su cuerpo también

Margot

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